Concurso de Minificciones
“Historias Añoradas”
“Conversaciones ajenas”
Suelo escuchar conversaciones ajenas en el transporte público. Una vez escuché a una señora mayor contar que ahorró para comprar a su nieta una caja de colores en su cumpleaños. Detalles de vidas ajenas con significados enormes. Hoy viajo entre máscaras y letreros de “silencio”.
Julio César Hernández Muñoz (Primer Lugar)
“Que vuelva a prender el fuego”
Pienso todos los días en lo que se fue extinguiendo: Bailar con muchas personas mientras chocas con todo, con todos; abrazar a los demás para sentir calor en el alma; reír en conjunto, mientras cada sonido retumba en los diferentes espacios haciendo eco en el corazón.
Daniela Ring (Segundo Lugar)
“Las tortas del metro”
Muchos se quejan, yo no. Voy menos apretado en el tren y llego más rápido. A la doña de las tortas sí le fue mal. Vendía menos, luego se contagió y no la libró. Sus hijas siguen vendiendo, pero no tienen la misma sazón. Eso sí extraño, el sabor de esas tortas afuera del metro.
Galie Estela Sánchez Tovar (Tercer Lugar)
MENCIONES HONORÍFICAS
“Paseo”
Salíamos a pasear todas las tardes. Era muy divertido explorar rincones, no perder detalle de nuevos olores y saludar a los amigos. Sentir el viento y el sol en el rostro, correr cuando venía la lluvia. Mi ama tolera el encierro, pero a mí siendo perro me mata de aburrimiento.
Paola Vanessa Palma Rojas
“Intimidad”
Quedarme solo era lo mejor del mundo. Disfrutar del sol por la ventana, darme un buen baño y luego un sueño reparador. Nadie me observaba. Me sentía a mis anchas. Ahora, mi humano está en casa todo el tiempo. Ese molesto intruso hace ruido todo el día. ¡Espero se marche pronto!
José Luis López López
“¿Estará bien extrañar a los extraños?”
Ese momento de ir caminando en la calle entre extraños, o cuando vas por el café y esperas entre gente poco familiar, o aquellos buenos días espontáneos, o ese saludo tímido entre desconocidos ¿Estará bien extrañar a los extraños?
David Jesús Garza Ávalos
“Día, tarde y noche”
Día
Tu cuerpo húmedo,
brisa salada.
El sol al alba.
Tarde
El sazón de la abuela,
la familia reunida.
Risas al aire.
Noche
Luna roja,
furor al tacto.
Poesía en silencio.
Sandra Lucía Rodríguez Zúñiga