Primera Mesa Redonda: Movilidad
- Se debe pensar en la movilidad tomando en cuenta que, en el futuro cercano, se estima la venta de 5,000 millones más de automóviles en todo el mundo.
- Actualmente 5.5 millones de automóviles circulan en la Ciudad de México.
- Los jóvenes de hoy conducen menos que sus padres o sus abuelos.
Ciudad de México, 6 de diciembre de 2016.- La primera mesa redonda de CoRe Foro Urbano 2016, liderada por los conferencistas Camila Ween y Jan Gehl y en cuya mesa redonda participaron los conferencistas Laura Ballesteros, Rodrigo Díaz, Edgar Farah, Onésimo Flores, Javier Hidalgo, Michael Kodransky, Ulises Navarro, Andrés Sañudo y Florencia Serrania, abordó el tema de la movilidad en las grandes ciudades. Para analizar la problemática que al respecto tenemos a punto de que la segunda década el nuevo milenio llegue a su fin, se determinaron tres ejes: integrar el desarrollo urbano con el transporte público, lo cual ha sido un aspecto descuidado; lograr tener más opciones de movilidad de calidad, sobre todo en el transporte público masivo (por ejemplo, muchos se jactan de usar el Metro en Londres o Nueva York pero se ve con cierto desprecio en México); y seguir insistiendo en la búsqueda de opciones que sustituyan el uso del automóvil.
Los expertos dicen que México no es tan distinto a otras ciudades, lo cual quiere decir que las consecuencias que tiene el auto sobre los seres humanos es tan aterrador aquí como en todos los rincones del planeta. Aseguraron que los combustibles fósiles nos están matando. Por ello, se requiere de un plan de acción para que esta ciudad y este planeta sea más saludable; encontrar ideas concretas para que tengamos la oportunidad de vivir en ciudades realmente hermosas.
En su participación, la arquitecta y urbanista Camilla Ween señaló que hay dos cuestiones fundamentales para que los proyectos de movilidad tenga un impacto real: la correcta utilización de fondos públicos y pensar de una manera distinta el ser ciudadanos. “Un ejemplo de ello sucedió en Londres, en una de las estaciones más conglomeradas. Se tenía que cerrar la estación varias veces al día por la cantidad de gente que ahí transitaba. Lo que hicimos fue crear un espacio afuera de la estación para que la gente pudiera moverse sin la necesidad de utilizar el automóvil, pues el metro era insuficiente. Así surgió el Crossrail, una combinación de tren y metro”.
Ween agregó que cada vez que se arranca un nuevo proyecto de movilidad, se debe considerar la posibilidad de arreglar toda el área que comprende, identificar problemas inmediatos y arreglarlos. Es decir, encontrar áreas de oportunidad en los barrios que se quieran corregir. “Siempre se puede hacer mucho más que el proyecto original. Identificar todas las deficiencias de la zona y ver qué se puede arreglar: tránsito, acceso a personas con discapacidad o simplemente el tránsito peatonal entre dos barrios distintos, mejorar áreas verdes, etcétera”, agregó Ween.
Por su parte, el arquitecto y urbanista Jan Gehl mostró su escepticismo frente a los autos de piloto automático o los autos eléctricos como una forma de mejorar la movilidad: “aún así se tiene estimado que 5,000 millones de automóviles llegarán al mundo en el futuro inmediato”.
Para Gahl, el automóvil, aún con tecnología ecológica, es: “estúpido para el hombre moderno. Es anticuado darle cuatro llantas de hule para moverse mientras que la atmósfera se verá afectada. En el futuro se debe caminar, andar en bicicleta y tener un sistema de transporte ideal”.
No obstante, Gahl aportó datos optimistas: según sus estudios, los jóvenes de hoy conducen menos que sus padres o sus abuelos. “La tecnología anticuada de la movilidad, es decir, el automóvil, tiene el tiempo contado” consideró Gahl.
En la etapa de la mesa redonda, Onésimo Flores aportó unos datos: “el reto que tiene la Ciudad de México es el contexto. Actualmente existen 400 vehículos por cada 100,000 habitantes; entre 1980 y 2010, la población de la Ciudad de México creció en 20,000 habitantes, pero en la zona conurbada aumentó en 5 millones, la mayoría de los cuales se transporta a la ciudad para asistir a la escuela o el trabajo. En realidad, tenemos que hablar de proyectos de desarrollo urbano”.
En su intervención, Florencia Serranía, experta en implementación de soluciones tecnológicas para el transporte, mencionó que la movilidad no es la misma para quienes viven en la Ciudad de México que para quienes habitan en la zona metropolitana, considerando que el implemento de un sistema de transporte digno requeriría al menos 30,000 millones de pesos al año para una posible inversión en la movilidad.
Según Laura Ballesteros, experta en movilidad y transporte sustentable, el 73% del presupuesto federal se destina a infraestructura para el automóvil, del cual son usuarios sólo 5.5 millones de autos, por lo que es urgente una gestión de los medios de transporte. Ballesteros también mencionó algunos datos optimistas: hoy, en la Ciudad de México, el 60% de la población es usuario del transporte público, a diferencia de hace diez años, cuando sólo 20% de la ciudad usaba el transporte público.
Uno de los aspectos más alarmantes en cuanto al problema de la movilidad en la Ciudad de México fue mencionado por Javier Hidalgo, quien consideró importante diferenciar entre movilidad activa y movilidad motorizada. Esta última es alarmante, pues además de la contaminación ambiental, es uno de los factores que potencian la epidemia de diabetes y obesidad por causa del sedentarismo.