La relación entre el Estado y la Sociedad se planteó como un tema central durante CoRe Foro Urbano 2018 por ser un punto de partida para cualquier análisis, diálogo o discusión, debido a la enorme repercusión de los intereses públicos y privados en cualquier decisión o proyecto que generan modificaciones en el entorno urbano.
Para Javier Vergara, cofundador y Director de Ciudad Emergente, construir relación entre Estado y sociedad es un trabajo complejo que debe involucrar a todos los actores interesados en un tema o espacio que se desea modificar en la ciudad. Ciudad Emergente es una plataforma de inclusión de actores relevantes para plantear acciones a corto y largo plazo, en las que se debe involucrar a la ciudadanía, autoridades de gobierno e iniciativa privada.
Espacios de convivencia y acciones que generan el acercamiento entre ciudadanos para que puedan interactuar, son acciones que consiguen construir ciudad, es decir, generar las condiciones mínimas para el desarrollo de una sociedad más integrada e inclusiva.
Vergara señaló que los proyectos de vida urbana pueden durar mucho tiempo, por esta razón, diseñar ciudad requiere implementar pequeñas acciones que involucren a la ciudadanía. A través de estos procesos, es posible atender a problemáticas que requieren la generación de tejido social a corto plazo mientras se implementan proyectos de largo plazo.
Para el director de Ciudad Emergente, no se necesita solamente de megaproyectos para generar bienestar en los ciudadanos. El entorno urbano tiene un potencial amplio para que acciones específicas, en barrios y colonias, generen un impacto positivo en la interacción entre ciudadanos. Finalmente, Vergara puntualizó que el urbanismo táctico, es un proyecto que contempla un cúmulo de acciones que buscan mejorar la situación urbana de las personas y a la vez generar un impacto que concientice a los ciudadanos en la importancia de cuidar y contribuir con su ciudad.
La segunda intervención en la mesa, a cargo de Oscar Montoya, catedrático de la Universidad de Colombia, se enfocó en el problema de la inseguridad y la explosión demográfica en Medellín. Señaló que los cambios acelerados han generado una ciudad dispersa y con asentamientos irregulares, lo que ha traído como consecuencia un desequilibrio en el desarrollo del territorio, con serios riesgos para las vidas humanas.
La falta de planeación ha fomentado el desarrollo de vivienda de mala calidad, hacinamiento y conflictos sociales por desabasto de servicios y recursos básicos para la vida cotidiana. En este contexto, Montoya resaltó que la gran cantidad de personas en condiciones de pobreza y en asentamientos humanos irregulares, ha generado desconfianza por parte de la sociedad hacia el Estado.
En este sentido, la construcción de confianza a través de proyectos inclusivos y trabajo con la comunidad es sumamente importante. Oscar Montoya dijo que conforme se reconstruye la certeza de la gente hacia el Estado, es posible recuperar reservas federales y generar nuevos asentamientos humanos, regulares, con vivienda digna y libres de peligros y riesgos a su salud y sus vidas.
Como conclusión, se planteó la importancia que tiene para las ciudades que el Estado involucre más a la ciudadanía en las decisiones y proyectos de desarrollo urbano. De esta forma se puede conseguir implementar un nuevo paradigma centrado en las personas y no sólo en los intereses políticos o privados.