“Ciudad Veinte Veinte” Sandra Lucía Rodríguez

Segundo lugar del Concurso de Cuento «El espacio que podemos ocupar»

 

“Ciudad Veinte Veinte”

 

Cuando desperté, descubrí que estábamos en medio de una pandemia. El gobierno decretó estado de cuarentena esta mañana. Todos los comercios cerrados, las fronteras cerradas, el mundo paralizado. La televisión estaba encendida, Emma en su teléfono pasaba de una red a otra y en todas se repetía lo mismo, una y otra vez, palabras que sólo había escuchado en películas de ficción, ahora formaban parte del desayuno: letalidad, confinamiento, contagios, virus, muertes…

Hace poco, cuando nos enteramos que Andros ya tenía 2 meses, todo esto era apenas un rumor lejano. Había escuchado por ahí sobre un extraño virus que alertó a los chinos, cuando apenas se sabía de una decena de casos. Me acuerdo que me sorprendí, me pareció que exageraban. Apenas 10 muertos y todo este pánico. Existen enfermedades a nivel global que matan a miles de personas diariamente. Pensé.

Esperamos la llegada del bebé para julio, se pronostica que el pico de la pandemia sea en mayo, así que, para entonces, seguro todo habrá terminado.

Nota de voz Z3-21: 23 de marzo de 2020, la fecha en que mi papá escribió esto entre sus apuntes.

Papá y mamá. Recordarlos me llena de nostalgia, a pesar de que apenas los conocí. Las fotos en sus redes sociales y las notas de la vieja computadora de mi padre son todo lo que tengo de ellos, de la vida de antes, la vida con abrazos, besos en la sala de cine, soplar las velitas, festivales en el desierto, marchas en grandes avenidas, terminar la semana con cerveza y amigos.

Nada de eso queda ahora. Lamentablemente, a los dos se los llevó el virus, fue durante mis primeros años de vida. Ellos no fueron los únicos. Dos terceras partes de la población mundial terminó hecha cenizas.

Yo nací en julio de 2020. Desde entonces mi vida ha sido a través de las pantallas, mi vida y la de todos.

[Conectando…]

Bienvenido a “Twenty-Twenty”.

Ubicación: Cafetería Strada, 94 rue du Temple, París.

– ¿Ilia?

[Aparecen hologramas sentados en la mesa de una cafetería]

– Hola, Andros. Bonito lugar. ¿Qué tal tu día?

– Sí, quería que lo conociéramos. Pues… seguimos trabajando en la intervención del sector Naucalpan, algunos renders ya están terminados, mira. [Aparece pantalla] No imaginarás en qué estado se encontraba, me sorprende incluso que no se haya hecho desde hace años. El lugar tiene mucho potencial. Es sorprendente como ahora la periferia más compleja puede resultar un gran sitio, hemos triunfado en la lucha contra el espacio.

– ¡Wow! Tienes razón ¡está increíble! Vamos cuando esté terminado.

– Claro que iremos. ¿Y tú, Ilia? ¿Qué me cuentas? Lo vi en las noticias, pero quiero escucharlo de ti.

– Como sabrás entonces, terminaron de descontinuar los primeros drones repartidores. Ahora una flotilla de NX-83 sobrevuela la ciudad en ruinas, cientos de ellos. Tienen un sistema automatizado con rutas marcadas. Ahora tienen más capacidad de soporte por lo que pueden llevar todo tipo de cosas.

– ¡Pues muchas felicidades!

– Oye, y no me has dicho a dónde iremos hoy.

– Te encantará.

[Compartiendo ubicación]

[Aparecen dos hologramas andando en bicicleta]

Nota de voz Z3-22: Pedaleamos por varios kilómetros a lo largo de una costa en Noruega, nos detuvimos en un malecón con vista al norte, normalmente este sitio es agreste, una construcción jamás hubiese sido posible en la realidad material. Desde aquí se puede observar cómo se curva la tierra.

Platicamos en un agradable ambiente, le conté más acerca de mi trabajo. Mei Yang, la creadora de “Twenty-Twenty”, entonces una adolescente geek, ahora la mujer más rica del mundo, quiso “ayudar” a la generación Alpha1 a conocer cómo se vivía al exterior antes del comienzo de la pandemia. Usando simplemente las características de Google Street, recorridos y citas virtuales. Un nuevo mundo, donde es posible mantener contacto con otras personas.

Se popularizó rápidamente gracias a que satisfacía la necesidad de salir del encierro. Comenzó a evolucionar, la demanda global lo hacía seguir creciendo y transformando la vida de las personas.

Al sumergirse en él, una calle lejana o peligrosa, se transforma en una rambla o en el paseo más impresionante; malecones al costado de los mares más fríos y de hermosos paisajes salvajes; favelas brasileñas se transforman en calles coloridas y hermosos recorridos donde puedes detenerte a tomar una caipiriña. Ahora abundan terrazas y balcones con vistas excepcionales en lo que fueron oscuros callejones de asentamientos urbanos en topografías irregulares; las banlieu2 europeas, se conectan a diferentes alturas entre sus edificios con paseos ciclistas; en los campos que circundan las ciudades, piezas de arte contemporáneo emergen de manera aleatoria al deambular; las calles principales de vocación comercial en los barrios de Iztapalapa y Tultitlán se pavimentan como calles peatonales, al tiempo que los comercios se posicionan al exterior y brindan toda clase de amenidades y llenan de color su gris característico; los centros históricos de Zacatecas o Florencia resaltan la limpieza y el brillo de sus piedras. Si un barrio o sitio no es agradable, puede embellecerse y tornarse en una experiencia cautivante.

Mei Yang rompió los paradigmas de la periferia y las impotencias de las ciudades antes de la pandemia. Ahora todo era posible, como visitar los sitios más lejanos o caminar de noche por las calles más peligrosas de Corea, Bangladesh o Senegal.

Esos viajes por las calles de la Ciudad de México, en antiguas ciudades europeas o en las más modernas asiáticas son lo que nos ha mantenido cuerdos todos estos años. Aunque la realidad es otra, el espacio que podemos ocupar se reduce a la sala, el cuarto, la cocina y el baño.

Después de horas de platicar, nos despedimos.

Nota de voz Z7-94: La vida en el simulador es muy diferente a la que existe allá afuera. Años de abandono han deteriorado las construcciones, autos y estructuras oxidadas, zonas industriales ahora son de nuevo el hábitat de la fauna que fue despojada de su territorio hace décadas. El daño de puentes y edificios los han hecho colapsar.

La población restante se ha contenido en edificios inteligentes que han impedido hasta ahora la propagación del virus. Hace años que los noticieros dejaron de documentar estos deprimentes escenarios, principalmente porque ya a nadie le interesan.

Nota de voz Z9-16: El día de hoy, 23 de mayo de 2051, se declara oficialmente el fin de la pandemia. Las recientes pruebas a la cura contra el SARS-CoV-2 han sido satisfactorias. Salir está permitido.

[Tono de videollamada]

[Conectando…]

– Andros ¿ya viste…? – dijo Ilia apresurada.

– Ya – Contesté impaciente.

– ¿Y?

– No sé, no sé qué decirte, no lo creo todavía.

– ¿Te puedo ver?

– Me estás viendo.

– Sabes a lo que me refiero.

Nota de voz Z9-25: Muero de ansiedad. ¿Qué hay allá afuera? Me da miedo salir sin la seguridad que me daba la virtualidad. No sé ni siquiera para qué quiero salir, no tengo a dónde ir. Sólo quiero ver a Ilia. Cómo podría enfrentar un mundo de devastación, me preguntaba qué pasaría. La palabra destino rondaba mis pensamientos sin detenerse, las interrogantes no dejaban de llegar amontonadas una tras otra.

Nota de voz Z11-03: Han pasado tres semanas, muchas personas perdieron varios días la cordura. Sin duda fue un evento catastrófico. Eran como fieras recién liberadas de su jaula, aunque la mayoría ni siquiera se atrevió a poner un pie afuera, y es que al parecer, el lugar que nos mantuvo a salvo, al mismo tiempo era nuestro cautiverio.

Me reuní con Ilia, quedé paralizado cuando la vi, parada delante de mí, no pude hacer más que decirle un simple hola. Años de conocerla y no supe qué decirle primero. Aunque en realidad deseaba abrazarla con fuerza, sentir su aroma, tocar su piel, mas no pude. Ella respondió igual, con frialdad. Una vez más sentí un temor profundo hacia el porvenir.

Juntos caminamos por las calles que recién se abrían ante nuestros ojos, eran imágenes apocalípticas. Caminamos hasta cansarnos y fuimos descubriendo que en nada se parecía a la realidad que construimos virtualmente. Sin duda con las limitaciones que la realidad misma te pone, sería imposible modificar el espacio a la velocidad en que lo hacemos en línea. No es posible construir un puente con tres clics.

Nota de voz ZZ-5334: Han pasado 17 años desde el fin de la pandemia. A pesar de nuestros esfuerzos por querer replicar lo que construimos en el simulador, descubrimos que esa no era la vía y aunque la tecnología ha continuado su avance, todo ha cambiado. Los drones dejaron de repartir bienes, ahora son utilizados como sistema de riego para nuestras cosechas; la energía es renovable, los autos han dejado de existir casi por completo, ahora los transportes son sistemas eficaces que conectan nuestras comunidades sin contaminar. La mancha gris de las grandes ciudades desaparece cada día en la medida en que la naturaleza avanza. La imagen de este nuevo mundo es verde.

Sandra Lucía Rodríguez Zúñiga

 

1 Nombre que recibe la población que nació a partir del año 2010.

2 Palabra en francés que denomina a la periferia de las grandes ciudades, donde su tipología se basa en edificios multifamiliares de alta densidad.

 

Ilustración de: Sweeney, Will “Gotham, Camelot o Atlántida: qué visitar en las ciudades imaginarias más populares”, Periódico El País, ICON, 27 de mayo de 2018, https://elpais.com/elpais/2018/05/25/icon/1527243511_532318.html