Mención Honorífica del Concurso de Cuento «El espacio que podemos ocupar»
“Vacuna al rescate”
Cuando desperté descubrí que estábamos en medio de una pandemia, todo había comenzado unos meses atrás…. Y la historia que se contaba sobre esto va más o menos así:
Había una vez un villano que quería gobernar todo el planeta para tener poder y mucho oro, así que decidió poner manos a la obra para gobernar. Todas las noches tenía más ideas para conquistar el mundo entero.
Después de varios meses, consiguió poderes mágicos, practicaba todas las tardes y ya se imaginaba a todos arrodillados ante él. Su plan estaba casi listo, pero antes tenía que tener su traje de villano y su nombre, así que armó su traje en un abrir y cerrar de ojos. Era de color verde azulado con espinas en los brazos y las piernas. Ahora tenía que ponerse un nombre, pensó y pensó, hasta que se le ocurrió un nombre que todos repetirían en su casa: “Coronavirus”. Ahora era un villano muy peligroso.
Así que empezó con su plan, comenzó en China, un lugar con mucha gente.
Sus poderes eran: volar, estar en millones de partes al mismo tiempo, pegarse a cualquier cosa, entrar en las personas, teletransportarse y el que más le gustaba a Coronavirus, con su aliento verde enfermaba a todos, no podían respirar y calentaba un poco su cuerpo. Con esos poderes decidió dominar el mundo.
Empezó por un señor llamado Argemi, pero después decidió usar su poder de estar en millones de partes al mismo tiempo e infectó a casi todo China. Coronavirus empezó a viajar por el mundo contaminando a todos con su aliento. Cuando los gobernadores de los países se dieron cuenta del malvado villano Coronavirus pidieron que las personas no salieran de su casa porque el villano no podía teletransportarse al interior de las casas, entonces Coronavirus estaba en todas partes menos en las casas.
El villano sabía que no tenía que matar a todos porque si no ¿quién le haría masaje y le daría de comer uvas como un rey? Así que decidió no matar a los menores de 10 años y a los demás, a unos sí y a otros no.
Las personas no podían verse entre si, porque Coronavirus podría meterse en ellas y sacar su aliento que enfermaba a través de ellas para contagiar a todos. Tampoco se podían tomar cosas que no fueran de sus casas porque Coronavirus podría echar su aliento también a las cosas y cuando alguien las agarrara se contagiaría. Coronavirus sabía que podría surgir un superhéroe que ayudaría a la paz y lo intentaría vencer, ¡pero no!, nadie me puede vencer, se dijo, así que decidió seguir con su plan e iba contagiando a todos.
Después de algún tiempo, un científico loco inventó a un superhéroe, estaba hecho de un líquido y luego se convirtió en carne y hueso. Le hizo un traje mezclando dos líquidos, el traje era de color morado fosforescente con chispas verdes azulosas, luego le puso un corazón valiente y bondadoso que él había creado, y al final le puso ojos y boca. Además, le dio poderes. Puso un último líquido que le dio vida al héroe y lo llamó: Vacuna.
Vacuna ya sabía qué hacer, salvar al planeta del villano Coronavirus.
Viajó y los poderes de Vacuna eran: fuerza, volar, un rayo que sólo lo puede usar una vez, estar en muchas partes al mismo tiempo y con su aliento hacer que Coronavirus no contagie a nadie más, porque todavía había personas que no se habían contagiado.
Un día que paseaba por la ciudad, Coronavirus se asomó por la ventana de un hogar para ver las maldades que había hecho, pero se llevó una gran sorpresa al ver que toda la familia estaba riendo y divirtiéndose. Coronavirus recordó que había visto antes a esa familia, cuando sus papás no estaban con los niños porque todo el tiempo se iban a trabajar.
Coronavirus se enfureció porque a pesar de que estaba matando, también estaba creando felicidad, ya que estaba juntando a las familias para que se reconectarán y divirtieran. En eso escuchó un ruido, se volteó y Vacuna iba volando hacia él, Coronavirus lo esquivó, se dieron vueltas, golpes, pero Vacuna los daba más fuertes. Una patada en la panza, otra en la pierna y Coronavirus acabó en el suelo. Vacuna usó su último poder, él que sólo podía usar una vez, un rayo en el corazón.
Ahora Vacuna era el superhéroe del mundo, siguió ayudando y Coronavirus no volvió a regresar.
Noga Fleitman Katthain (10 años)